¡Un día más!
¡Déjame, Señor, vivir los suficientes
para tenerlos de nuevo conmigo!
El corazón duele mucho más
de lo que el poeta puede decir.
El corazón es una congoja constante
y la ansiedad del regreso
es una golondrina tímida
asustada
por la inmensidad de las ciudades
de los mares y desiertos.
¡La ansiedad del regreso!
Un temblor palpitante
dentro de mi mano.
Si el día empieza o la noche termina...
¡Qué más da si no los tengo conmigo!
La Vida es el misterio
el enigma de lo inesperado.
Y mis ojos, abiertos y vacíos
permanecen a la vera del camino.
El corazón está desfallecido
pero, Señor... contigo
el alma encuentra fuerzas
para un día más...
¡Un día más en esta larga espera!
0 comentarios:
Publicar un comentario